Resulta imposible tener buena salud sin una buena calidad de sangre y sin una buena distribución de esta por todos los órganos, sistemas y células del cuerpo. La sangre transporta minerales, oxígeno y vitaminas a las células, tejidos y demás, entre muchas otras importantes funciones que desempeña dentro del organismo. Por esto es importante mantener en buen estado las vías por donde la sangre transita.
Venas y Arterias
Las venas y las arterias son los caminos interiores por donde viajan las células sanguíneas, y este conjunto de caminos, incluyendo los capilares y el corazón, se les denomina sistema circulatorio. Las venas transportan sangre cargada de desechos y las arterias, que lucen de color rojo, llevan la sangre limpia. Cuando cualquiera de estas avenidas queda obstruida por cualquier causa, se puede desarrollar presión sanguínea alta, consecuencia que indica que el corazón está “empujando” con más vigor y presión para que la sangre pueda fluir y pasar por los capilares tan rápido como debe.
Si la sangre no puede fluir a cierta velocidad, entonces se comienzan a generar una serie de consecuencias muy desfavorables para el cuerpo que indican que hay una congestión venosa, como dolor en las piernas, hinchazón, calambres, anemia o, en casos severos, aumento de la propensión a un ataque de parálisis.
Si la sangre no circula óptimamente, aunque comamos muy bien, podemos empezar a tener problemas de salud, además esto se notará en el aspecto del cabello y la piel, que reflejarán debilidad y opacidad debido a la baja calidad de oxigenación y distribución de nutrientes que tiene el organismo.
Consciente de la importancia de una buena circulación, es necesario que mantengas no sólo una dieta de muy buena calidad, sino hábitos muy saludables para que tu sangre y todos sus componentes, pueda repartirse con vigor, y estimules la acción depurativa de la sangre.
¿Cómo puedes mejorar la circulación de la sangre por tus venas y arterias?
Cuida tu corazón: hay muchas formas de mantener un corazón sano y fuerte toda la vida, sin importar la edad que tengas, puedes hacer de tu corazón una bomba llena de fortaleza y vida. Para esto, es recomendable la caminata y los ejercicios como la natación o el ciclismo.
Alimentación: para fortalecer el corazón nada mejor que la clorofila líquida, los alimentos que contienen vitamina E, como el aguacate y el aceite de oliva, y el polen y la levadura.
Venas limpias: además de una buena rutina de ejercicio, es necesario que evites en tu dieta las grasas saturadas, cosas fritas, embutidos animales, carnes, leche de vaca, etc.
Este tipo de grasa congestiona las venas, reduciendo el espacio por donde circula la sangre y provocando que el corazón ponga mayor presión en su bombeo. Para las venas frágiles, lo mejor es consumir el trigo sarraceno y el consumo de alimentos que contengan la vitamina C, como la naranja, el limón y la toronja, entre otras. Consumir vitamina E es recomendable para los músculos, y las venas también contienen músculo. La avena, el ajo crudo, el apio, el aguacate y los caldos de verduras son excelentes.
Respiración al aire libre: hay muchos tipos de respiración que fomentan una buena circulación. Las inhalaciones rápidas y las exhalaciones lentas son recomendadas. Hay prácticas como el Yoga y la meditación activa que fomentan distintos tipos de respiración muy eficaces para la circulación.
Como ves, es más fácil de lo que imaginas el mantener tus venas y arterias saludables. Ahora comparte este artículo con tus amigos y familiares para que ellos también puedan disfrutar de tener un sistema circulatorio saludable.
Resulta imposible tener buena salud sin una buena calidad de sangre y sin una buena distribución de esta por todos los órganos, sistemas y células del cuerpo. La sangre transporta minerales, oxígeno y vitaminas a las células, tejidos y demás, entre muchas otras importantes funciones que desempeña dentro del organismo. Por esto es importante mantener en buen estado las vías por donde la sangre transita.
Venas y Arterias
Las venas y las arterias son los caminos interiores por donde viajan las células sanguíneas, y este conjunto de caminos, incluyendo los capilares y el corazón, se les denomina sistema circulatorio. Las venas transportan sangre cargada de desechos y las arterias, que lucen de color rojo, llevan la sangre limpia. Cuando cualquiera de estas avenidas queda obstruida por cualquier causa, se puede desarrollar presión sanguínea alta, consecuencia que indica que el corazón está “empujando” con más vigor y presión para que la sangre pueda fluir y pasar por los capilares tan rápido como debe.
Si la sangre no puede fluir a cierta velocidad, entonces se comienzan a generar una serie de consecuencias muy desfavorables para el cuerpo que indican que hay una congestión venosa, como dolor en las piernas, hinchazón, calambres, anemia o, en casos severos, aumento de la propensión a un ataque de parálisis.
Si la sangre no circula óptimamente, aunque comamos muy bien, podemos empezar a tener problemas de salud, además esto se notará en el aspecto del cabello y la piel, que reflejarán debilidad y opacidad debido a la baja calidad de oxigenación y distribución de nutrientes que tiene el organismo.
Consciente de la importancia de una buena circulación, es necesario que mantengas no sólo una dieta de muy buena calidad, sino hábitos muy saludables para que tu sangre y todos sus componentes, pueda repartirse con vigor, y estimules la acción depurativa de la sangre.
¿Cómo puedes mejorar la circulación de la sangre por tus venas y arterias?
Cuida tu corazón: hay muchas formas de mantener un corazón sano y fuerte toda la vida, sin importar la edad que tengas, puedes hacer de tu corazón una bomba llena de fortaleza y vida. Para esto, es recomendable la caminata y los ejercicios como la natación o el ciclismo.
Alimentación: para fortalecer el corazón nada mejor que la clorofila líquida, los alimentos que contienen vitamina E, como el aguacate y el aceite de oliva, y el polen y la levadura.
Venas limpias: además de una buena rutina de ejercicio, es necesario que evites en tu dieta las grasas saturadas, cosas fritas, embutidos animales, carnes, leche de vaca, etc.
Este tipo de grasa congestiona las venas, reduciendo el espacio por donde circula la sangre y provocando que el corazón ponga mayor presión en su bombeo. Para las venas frágiles, lo mejor es consumir el trigo sarraceno y el consumo de alimentos que contengan la vitamina C, como la naranja, el limón y la toronja, entre otras. Consumir vitamina E es recomendable para los músculos, y las venas también contienen músculo. La avena, el ajo crudo, el apio, el aguacate y los caldos de verduras son excelentes.
Respiración al aire libre: hay muchos tipos de respiración que fomentan una buena circulación. Las inhalaciones rápidas y las exhalaciones lentas son recomendadas. Hay prácticas como el Yoga y la meditación activa que fomentan distintos tipos de respiración muy eficaces para la circulación.
Como ves, es más fácil de lo que imaginas el mantener tus venas y arterias saludables. Ahora comparte este artículo con tus amigos y familiares para que ellos también puedan disfrutar de tener un sistema circulatorio saludable.